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Hasta el 2030 las muertes por esta enfermedad se duplicarían, según la OMS. Los casos de pie diabético también crecen.
Podría multiplicarse por dos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) prevé que las muertes por diabetes aumenten el doble hasta el 2030. Para ese año se convertiría en la séptima causa mundial de muerte. De igual manera, la OMS calcula que, en la actualidad, en el mundo existen más de 346 millones de personas con esta enfermedad crónica no transmisible.
La diabetes 2 es la que más ha aumentado. Esta se presenta en la edad adulta y está relacionada, en gran medida, con un aumento excesivo del peso corporal (obesidad) y la inactividad física. A diferencia de la diabetes 1, en la cual el cuerpo no produce insulina, en ésta el organismo no la utiliza eficazmente. Un estudio realizado por el Imperial College London y la Universidad de Harvard determinó que, en 1980, 153 millones de personas tenían diabetes 2, mientras que en la actualidad esa cifra llegaría a 370 millones.
Ante esto, los investigadores son directos: existe una epidemia de diabetes. En Ecuador la situación también es preocupante. Según información del Ministerio de Salud Pública del Ecuador (MSPE), en el 2008 se presentaron 43 285 casos de diabetes, mientras que en el 2009 fueron 68 355. La proyección de este año es optimista: la cifra alcanzaría los 45 771 casos.
El endocrinólogo Mauricio Pérez señala que en los países en vías de desarrollo existen tres factores que influyen en ese aumento. El primero, dice, es que la expectativa de vida de las personas es más alta, y eso hace que la posibilidad de poseer procesos crónicos sea mayor. El segundo, continúa el especialista, tiene que ver con que la gente desarrolla malos hábitos alimenticios y disminuye su actividad física, lo que puede, generalmente, derivar en una obesidad perjudicial.
El tercer factor es que existe más capacidad para detectar la enfermedad, aunque esto no necesariamente se traduzca en mayor prevención por parte del Estado y, por ende, de la población, aclara Pérez. En el resto del mundo, el asunto tampoco es mejor. El estudio del Imperial College London y Harvard señala que "el control de la diabetes aún hoy está relativamente poco desarrollado incluso en los países de altos ingresos".
A la conclusión que llega esa investigación es que la mayoría de países aún se encuentra en una etapa de recopilación de datos para, posterior a eso, tomar decisiones al respecto.
Pérez ha visto en sus consultas que hombres y mujeres presentan la enfermedad por igual. Sin embargo, las cifras del MSPE muestran que la afectación es más grave en las mujeres. En el 2009, la diabetes era la quinta causa de mortalidad en los hombres, y la segunda en las mujeres. Un año antes fue la primera razón de muerte para ellas. Un dato a escala mundial corrobora que las mujeres son las más perjudicadas. La OMS indica que el sector femenino ocupa el 55% de muertes a causa de la diabetes.
Además de causar el deceso de las personas, la diabetes ocasiona daños en los nervios, los ojos, los riñones, el corazón y los pies. En estos últimos, por ejemplo, desarrolla lo que se conoce como pie diabético.
Con esa complicación, el paciente pierde sensibilidad en el pie, existe una proliferación de bacterias y el proceso de cicatrización en esta área del cuerpo es retardado. Existen cinco grados de gravedad del pie diabético. En el grado cero no se observan heridas abiertas, pero sí hay callosidades gruesas. En el grado 1, en cambio, ya se mira una úlcera exterior que, ventajosamente, no afecta los tejidos que están debajo la piel.
En el grado 2 la úlcera ya es profunda y penetra hasta en los ligamentos, aunque, a pesar de ello, no compromete la parte ósea del pie. El grado 3 se manifiesta con úlceras más complicadas, secreciones y mal olor. Los grados 4 y 5 del pie diabético ya complican la situación, puesto que comprometen la integridad del pie. En los dos tipos hay una gangrena; la diferencia es que en el grado 4 ésta ataca los dedos, la planta o el talón, mientras que en el 5 todo el pie se ve gravemente afectado.
Estadísticas de la Federación Internacional de Diabetes (FID) indican que una persona con diabetes tiene 25 veces más probabilidades de que se le ampute esta extremidad, que una persona que no tiene la enfermedad. La OMS, de su lado, apunta que cada 30 segundos alguien en el mundo pierde una extremidad inferior debido a la diabetes. Existen índices sobre esta situación en Ecuador, aunque no son oficiales.
En un documento elaborado por Pie Diabético del Ecuador se incluye el dato de que el hospital Luis Vernaza, de Guayaquil, se realizan 7 amputaciones de pie por semana, mientras que en el Hospital Andrade Marín, en Quito, se hacen al menos 5. En el mismo documento se presenta una proyección: alrededor de 142 710 personas podrían perder su pie a causa de la diabetes.
Sea que los pacientes tengan o no esta complicación en la extremidad inferior, es prioritario que lleven un Plan de Alimentación, puntualiza la nutricionista Nora Falconi. La primera aclaración que ella hace es que los diabéticos no tienen un esquema de alimentación tan distinto del resto. Obviamente, menciona, sí deben controlar un poco mejor la ingesta de azucares.
En cuanto al resto, basta con que el plan esté ligado o pensado de acuerdo con la actividad física de la persona. "La medición del número de calorías necesarias por día es individual y está basada en un cálculo hecho con la altura y el peso".
Los diabéticos, precisa la especialista, tienen que alimentarse cinco veces al día, lo cual también es recomendable para todas las personas. Los horarios de las comidas no deben variar. Esto, además, tiene que ser acompañado por un deporte o cualquier actividad que involucre movimiento.
Las iniciativas para despertar a la gente
El 14 de noviembre fue declarado el Día mundial de la diabetes. Se seleccionó esa fecha debido a que coincide con el descubrimiento de la insulina. El responsable de esa revelación fue Frederick Banting, junto con su colaborador Charles Best. Esta fecha mundial fue introducida por la Federación Internacional de Diabetes (FID) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 1991. Lo hicieron debido al aumento de personas que presentan la enfermedad.
El objetivo de haber fijado la fecha es hacer que las personas, diabéticas o no, tomen conciencia sobre la gravedad de esta enfermedad y entiendan que es fundamental educar a la población respecto al tema. Desde el 2009 hasta el 2013 se llevará a cabo una campaña titulada Educación y Prevención de la Diabetes. El eslogan es 'Entienda la Diabetes y Tome el Control'. Para ello se desarrolló un símbolo mundial, representado por un círculo azul. Éste hace referencia a la unión de las personas y, además, en muchas culturas, significa salud y vida. El azul representa el color del cielo que une a todas las naciones. En sí, el círculo azul encarna la unidad de la comunidad internacional de la diabetes en respuesta a la pandemia. Las conmemoraciones de esta fecha suelen celebrarse mediante encuentros informativos, a través de la difusión de información en programas de radio y televisión; con campañas de carteles y folletos, y con ruedas de prensa. También se organizan actividades para niños y adolescentes, y se suelen iluminar monumentos. Las marchas, las competencias atléticas o de bicicletas se suman a lo mencionado anteriormente. Quienes lideran estos encuentros son las 200 asociaciones de diabéticos que existen a escala mundial.
Podría multiplicarse por dos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) prevé que las muertes por diabetes aumenten el doble hasta el 2030. Para ese año se convertiría en la séptima causa mundial de muerte. De igual manera, la OMS calcula que, en la actualidad, en el mundo existen más de 346 millones de personas con esta enfermedad crónica no transmisible.
La diabetes 2 es la que más ha aumentado. Esta se presenta en la edad adulta y está relacionada, en gran medida, con un aumento excesivo del peso corporal (obesidad) y la inactividad física. A diferencia de la diabetes 1, en la cual el cuerpo no produce insulina, en ésta el organismo no la utiliza eficazmente. Un estudio realizado por el Imperial College London y la Universidad de Harvard determinó que, en 1980, 153 millones de personas tenían diabetes 2, mientras que en la actualidad esa cifra llegaría a 370 millones.
Ante esto, los investigadores son directos: existe una epidemia de diabetes. En Ecuador la situación también es preocupante. Según información del Ministerio de Salud Pública del Ecuador (MSPE), en el 2008 se presentaron 43 285 casos de diabetes, mientras que en el 2009 fueron 68 355. La proyección de este año es optimista: la cifra alcanzaría los 45 771 casos.
El endocrinólogo Mauricio Pérez señala que en los países en vías de desarrollo existen tres factores que influyen en ese aumento. El primero, dice, es que la expectativa de vida de las personas es más alta, y eso hace que la posibilidad de poseer procesos crónicos sea mayor. El segundo, continúa el especialista, tiene que ver con que la gente desarrolla malos hábitos alimenticios y disminuye su actividad física, lo que puede, generalmente, derivar en una obesidad perjudicial.
El tercer factor es que existe más capacidad para detectar la enfermedad, aunque esto no necesariamente se traduzca en mayor prevención por parte del Estado y, por ende, de la población, aclara Pérez. En el resto del mundo, el asunto tampoco es mejor. El estudio del Imperial College London y Harvard señala que "el control de la diabetes aún hoy está relativamente poco desarrollado incluso en los países de altos ingresos".
A la conclusión que llega esa investigación es que la mayoría de países aún se encuentra en una etapa de recopilación de datos para, posterior a eso, tomar decisiones al respecto.
Pérez ha visto en sus consultas que hombres y mujeres presentan la enfermedad por igual. Sin embargo, las cifras del MSPE muestran que la afectación es más grave en las mujeres. En el 2009, la diabetes era la quinta causa de mortalidad en los hombres, y la segunda en las mujeres. Un año antes fue la primera razón de muerte para ellas. Un dato a escala mundial corrobora que las mujeres son las más perjudicadas. La OMS indica que el sector femenino ocupa el 55% de muertes a causa de la diabetes.
Además de causar el deceso de las personas, la diabetes ocasiona daños en los nervios, los ojos, los riñones, el corazón y los pies. En estos últimos, por ejemplo, desarrolla lo que se conoce como pie diabético.
Con esa complicación, el paciente pierde sensibilidad en el pie, existe una proliferación de bacterias y el proceso de cicatrización en esta área del cuerpo es retardado. Existen cinco grados de gravedad del pie diabético. En el grado cero no se observan heridas abiertas, pero sí hay callosidades gruesas. En el grado 1, en cambio, ya se mira una úlcera exterior que, ventajosamente, no afecta los tejidos que están debajo la piel.
En el grado 2 la úlcera ya es profunda y penetra hasta en los ligamentos, aunque, a pesar de ello, no compromete la parte ósea del pie. El grado 3 se manifiesta con úlceras más complicadas, secreciones y mal olor. Los grados 4 y 5 del pie diabético ya complican la situación, puesto que comprometen la integridad del pie. En los dos tipos hay una gangrena; la diferencia es que en el grado 4 ésta ataca los dedos, la planta o el talón, mientras que en el 5 todo el pie se ve gravemente afectado.
Estadísticas de la Federación Internacional de Diabetes (FID) indican que una persona con diabetes tiene 25 veces más probabilidades de que se le ampute esta extremidad, que una persona que no tiene la enfermedad. La OMS, de su lado, apunta que cada 30 segundos alguien en el mundo pierde una extremidad inferior debido a la diabetes. Existen índices sobre esta situación en Ecuador, aunque no son oficiales.
En un documento elaborado por Pie Diabético del Ecuador se incluye el dato de que el hospital Luis Vernaza, de Guayaquil, se realizan 7 amputaciones de pie por semana, mientras que en el Hospital Andrade Marín, en Quito, se hacen al menos 5. En el mismo documento se presenta una proyección: alrededor de 142 710 personas podrían perder su pie a causa de la diabetes.
Sea que los pacientes tengan o no esta complicación en la extremidad inferior, es prioritario que lleven un Plan de Alimentación, puntualiza la nutricionista Nora Falconi. La primera aclaración que ella hace es que los diabéticos no tienen un esquema de alimentación tan distinto del resto. Obviamente, menciona, sí deben controlar un poco mejor la ingesta de azucares.
En cuanto al resto, basta con que el plan esté ligado o pensado de acuerdo con la actividad física de la persona. "La medición del número de calorías necesarias por día es individual y está basada en un cálculo hecho con la altura y el peso".
Los diabéticos, precisa la especialista, tienen que alimentarse cinco veces al día, lo cual también es recomendable para todas las personas. Los horarios de las comidas no deben variar. Esto, además, tiene que ser acompañado por un deporte o cualquier actividad que involucre movimiento.
Las iniciativas para despertar a la gente
El 14 de noviembre fue declarado el Día mundial de la diabetes. Se seleccionó esa fecha debido a que coincide con el descubrimiento de la insulina. El responsable de esa revelación fue Frederick Banting, junto con su colaborador Charles Best. Esta fecha mundial fue introducida por la Federación Internacional de Diabetes (FID) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 1991. Lo hicieron debido al aumento de personas que presentan la enfermedad.
El objetivo de haber fijado la fecha es hacer que las personas, diabéticas o no, tomen conciencia sobre la gravedad de esta enfermedad y entiendan que es fundamental educar a la población respecto al tema. Desde el 2009 hasta el 2013 se llevará a cabo una campaña titulada Educación y Prevención de la Diabetes. El eslogan es 'Entienda la Diabetes y Tome el Control'. Para ello se desarrolló un símbolo mundial, representado por un círculo azul. Éste hace referencia a la unión de las personas y, además, en muchas culturas, significa salud y vida. El azul representa el color del cielo que une a todas las naciones. En sí, el círculo azul encarna la unidad de la comunidad internacional de la diabetes en respuesta a la pandemia. Las conmemoraciones de esta fecha suelen celebrarse mediante encuentros informativos, a través de la difusión de información en programas de radio y televisión; con campañas de carteles y folletos, y con ruedas de prensa. También se organizan actividades para niños y adolescentes, y se suelen iluminar monumentos. Las marchas, las competencias atléticas o de bicicletas se suman a lo mencionado anteriormente. Quienes lideran estos encuentros son las 200 asociaciones de diabéticos que existen a escala mundial.
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