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martes, 11 de abril de 2017

CALZADO PARA DIABETES PARA DAMA

Zapatos para diabéticos

17 consejos para una buena compra 

                                                        www.diafootclub.com

¿Qué consejos podemos dar a las personas con diabetes que van a comprarse unos zapatos? ¿Qué requisitos deben cumplir los zapatos para diabeticos? ¿Qué tenemos que tener en cuenta si también compramos calcetines y medias? Hablaremos de todo esto y también de los callos, un problema muy frecuente en los pies de la mayoría de las personas.

Zapatos para diabéticos: Consejos.- Que sea cerrado, que no lleve tiras ni esté escotado, para que no entre polvo ni piedrecitas.Aunque parezca una tontería, te  recuerdo que  el zapato nos debe ser grande ni pequeño. Se deberá adaptar bien al pie, y no el pie al zapato. -La punta del zapato no debe ser estrecha porque  comprime los dedos y puede producir callos entre ellos,  los llamados” ojos de pollo”.  .-Usa calzado que no resbale.-Usa calzado confeccionado en piel y que sea flexible.-Que los zapatos sujeten el pie. 
-Las zapatillas con suela de esparto no son adecuadas a no ser que vayan forradas por dentro.-He visto personas con importantes  problemas en los pies por usar habitualmente  zapatillas con suela muy fina. Al andar, los pies se golpean contra el suelo. .-No usar plantillas de espuma o desodorante.-Si precisas plantillas no las compres ya hechas. Debes de hacértelas  a  medida para que ocupen todo el ancho y largo del zapato.-Compra tu calzado  por la tarde pues muchas veces, sobre todo en el verano, los pies se hinchan un poco por la tarde,.-Pruébate los dos zapatos puesto que los pies no son exactamente iguales  y  puede que uno te quede bien y el otro no. En ese caso no los compres.-Es importante que te asegures que puedes mover todos y cada uno de los dedos del pie dentro del zapato.-Si usas plantillas, llévatelas y mételas en los zapatos que te vayas a comprar, para asegurarte de que quedan bien y no te aprietan el pie de más.-Cuida tus zapatos de forma habitual:

sábado, 14 de abril de 2012

JUANETES. MUY COMUN EN LA MUJER ECUATORIANA

Los molestosos juanetes


Categorias: Destacado, Familia
Los molestosos juanetesLos juanetes son sin duda alguna, uno de los peores problemas que pueden afectar a nuestros pies y cuya mejor medicina es la prevención.
Es un problema que se puede presentar tanto en hombres como en mujeres. Es importante prevenir  tan sólo siguiendo los cuidados necesarios para que su pie esté a gusto y no sufra ninguna deformidad.
Gladys Arequipa, licenciada en enfermería, define  los juanetes como una deformidad en el dedo gordo del pie, el cual aparece en la parte media interna por la formación progresiva de una protuberancia que contiene tejido blando inflamatorio, hueso y cartílago. Este abultamiento crece y el dedo pierde su ángulo normal y apunte hacia adentro, quitándoles espacio a los otros y alterando su forma, añade.
Causas. Los factores hereditarios son los más influyentes para que se presente este problema, aunque también pueden aparecer por reumatismos inflamatorios o por otras enfermedades del pie (pies planos o cavos).
Las mujeres son más propensas a sufrir este tipo de problema. Esto se explica porque los tacones altos (a partir de 4 centímetro) pueden agravar el juanete. Así como un calzado demasiado estrecho en el antepié (parte posterior del zapato).
Tratamiento. Si los juanetes no son dolorosos y no impiden el calzado, los especialistas aconsejan no operarlos. A veces se confunde la estética con la dificultad para calzarse. Cada pie requiere un tipo de zapato que se ajuste a sus características.
No se puede pretender calzar un zapato estrecho, si se tiene un pie ancho. No hay que operarse por motivos estéticos. La operación por un problema de juanetes está indicada en aquellos casos dolorosos o en los que no permiten caminar con normalidad.
Otros tipos de tratamientos no quirúrgicos también pueden ser útiles en la corrección del juanete. En algunos casos basta con la utilización de unas plantillas ortopédicas que se confeccionan a medida del paciente.

martes, 10 de abril de 2012

MITOS Y VERDADES DE LOS JUANETES

MITOS Y VERDADES DE LOS JUANETES



Los juanetes son una herencia de las abuelas

Publicado el 22/Agosto/2004 | 00:00
Aunque hace tiempo se creía que los juanetes aparecían porque la gente pisaba superficies muy frías o por castigo a la vanidad femenina por su gusto por los zapatos puntiagudos y de tacones altos, hoy se tiene certeza de que la razón es genética.
¿Qué es un juanete?
Una deformidad en el dedo gordo del pie; aparece en la parte media interna por la formación progresiva de una protuberancia que contiene tejido blando inflamatorio, hueso y cartílago. Este abultamiento crece y el dedo pierde su ángulo normal y apunte hacia adentro, quitándoles espacio a los otros y alterando su forma.
¿Es posible prevenirlo?
Si hay predisposición genética, no hay nada que evite su aparición tarde o temprano. Por lo general es heredado por la rama femenina de la familia (mamás, abuelas), aunque también hay casos en hombres.
¿A qué edad aparece?
Aunque no es lo más común, puede manifestarse desde los 8 años y en la adolescencia; sin embargo, se ve, con mayor frecuencia, a partir de los 20 años.
¿Qué causa el calzado?
Los zapatos apretados, puntiagudos y altos aceleran la aparición. Si se opta por usar calzado redondo o chato, ancho y bajito, el juanete surge en forma tardía y duele menos.
¿Es posible corregirlo con ortopedia o masajes?
No. Además de genético es un mal progresivo. No sirven ni los masajes ni los correctores de juanetes ni los remedios tradicionales, como untarles saliva o frotarlos con limones o cucharas calientes. Solo desaparece, en forma definitiva, con tratamiento quirúrgico.
¿Cómo es la cirugía?
Se hace una pequeña incisión, se corta la acumulación de hueso, cartílago y tejido que se ha formado y se corrige el ángulo del hueso. No genera mayores molestias, no requiere yeso ni incapacidades largas.
¿Es solo para adultos?
Hoy en día se practican estos procedimientos desde la adolescencia, cuando los especialistas consideran que los niños han alcanzado madurez esquelética (13 años para ellos, alrededor de 14 para ellas).
¿Y la cirugía láser?
Para juanetes no existe. Aún no hay láser para cortar hueso. Solo existe para tejidos blandos, piel y ojos. (El Tiempo-LM)

martes, 31 de enero de 2012

Prevencio en el pie diabetico


Inspección diaria del pie para detectar ampollas, hemorragias, maceraciones o escoriaciones interdigitales. Utilizar un espejo para la inspección de la planta y talón.
Antes de proceder a calzar el zapato, inspeccionar con la mano su interior para detectar resaltes, costuras con rebordes o cuerpos extraños, que deberán ser eliminados, y sobretodo cuerpos extraños sueltos
El calzado idóneo es aquel que cumple cuatro principios básicos:
* Absorción de la carga mediante plantillas elásticas.
* Ampliación de la carga por distribución de la presión en mayor área.
* Modificación de zonas de apoyo conflictivas.
* Aportación de amplia superficie.

Por tanto, el tipo de calzado debe ser siempre extraprofundo y ancho. Cuando no exista deformidad se asociará a plantillas blandas para distribuir la presión y, si existe deformidad, a órtesis rígidas para disminuir y distribuir las presiones anormales.
Las zapatillas de deporte que tengan estas características son las más adecuadas para los paseos.
Cambiar los calcetines y los zapatos dos veces al día.
No caminar nunca sin calzado. Utilizar zapatillas amplias en lugares como la playa o piscina.
No utilizar nunca bolsas de agua caliente o almohadillas eléctricas para calentarlos, ni caminar sobre suelos ardientes (asfalto en verano)
Acudir al podólogo ante la presencia de uñas encarnadas o callosidades.
No apurar el corte de las uñas, sino hacerlo de forma recta y limarlas suavemente.
Lavar los pies con agua y jabón durante cinco minutos. Proceder a un buen aclarado y un exhaustivo secado, sobre todo entre los dedos.
Antes de utilizar agua caliente en la higiene de los pies, medir la temperatura con el codo.
Aplicar crema hidratante después del baño.
Acudir al médico si aparece hinchazón, enrojecimiento o ulceración aunque sea indolora.

EL CALZADO SE LO ELIJE CON LOS PIES!! especialmente si tiene diabetes

Calzado adecuado :: Hay que elegir con los pies, no con la vista
Juanetes, deformidades de los dedos, callos, ojos de gallo y dolores de rodilla son sólo algunas consecuencias de utilizar calzado inadecuado
Nos transportan de un lugar a otro y soportan nuestro peso durante gran parte del día, a menudo embutidos en calzado con excesivo tacón, hormas demasiado estrechas o puntas afiladas que a la larga pueden provocar lesiones irreparables. Y aún así, los pies son una de las partes de nuestro cuerpo a las que menos atención prestamos, poco conscientes del papel que juegan en nuestra salud y bienestar. Su función consiste en proporcionar un apoyo a nuestro organismo, pero también los utilizamos para movernos y detenernos, para realizar acciones rítmicas , de propulsión y absorción de choques y para mantener el equilibrio. Son, por tanto, un órgano muy especializado que hay que cuidar y mimar. Y un calzado adecuado es el primer paso.
Primeros años
Cuando nacemos nuestro pie está sin configurar y sus arcos no son perceptibles; solamente cuando el niño ha adoptado la posición erguida comienzan a hacerse visibles estos arcos, especialmente el longitudinal, consecuencia de los esfuerzos derivados de soportar el peso del cuerpo y de caminar. Durante los primeros años de vida el pie se encuentra en pleno proceso de formación y, especialmente al principio, es una estructura muy flexible que no ha desarrollado la fortaleza suficiente, por lo que cualquier tensión anormal ejercida sobre el pie puede acarrear consecuencias negativas. En nuestra urbana sociedad los primeros pasos se dan sobre superficies duras y firmes del hogar, calzadas de hormigón o aceras pavimentadas, lo que puede resultar perjudicial para los pies. A ello contribuye también el frecuente uso de calzado inadecuado desde el nacimiento.
Se reparte el peso
El pie del adulto se puede definir como una bóveda sostenida por tres arcos, con forma similar a la de una vela triangular hinchada por el viento. Aunque el peso del cuerpo se distribuye entre la parte delantera del pie y el talón, en posición vertical la carga principal la soporta el talón y equivale a más de la mitad del peso del cuerpo. Así se entiende que cuando el peso se concentra en medio centímetro cuadrado de tacón de aguja, éste "pinche" los suelos. A medida que elevamos el talón mediante el uso de tacones, la distribución del peso cambia y cuanto más alto es el tacón, más se carga la zona delantera del pie. Con tacones próximos a los 10 cm prácticamente casi todo el peso del cuerpo se ejerce sobre los dedos del pie.
Tipologías de pie
Al comprar calzado hay que recordar que hay varios tipos morfológicos de pie, y que cada uno responde de distinta manera al calzado.
Se distinguen tres tipos:
  • pie griego, así llamado porque se observa en las estatuas de la época clásica: el segundo dedo es el más largo después del dedo gordo, y el tercero prácticamente mide lo mismo, y el cuarto y el quinto dedos son más pequeños. En este tipo de pie las cargas se distribuyen mejor sobre la parte delantera del pie.
  • pie polinesio o cuadrado, como el que se observa en los cuadros de Gauguin: los dedos son casi todos iguales y están a la misma altura.
  • pie egipcio, visible en las estatuas de los faraones: el dedo gordo es el más largo y los otros le siguen por tamaño y orden decrecientes. Es el tipo de pie más expuesto, ya que se sobrecarga más con el calzado y predispone a juanetes (hallux valgus) y a la artrosis metatarsofalángicas (hallux rígidus).
Tacones altos y puntas afiladas, no

¿Qué sucede cuando se usan tacones altos?
La elevación del talón provoca no sólo una deformidad de la bóveda plantar, sino que además produce un acortamiento de los músculos gemelos de las pantorrillas y sobrecarga de los huesos de los dedos de los pies o cabezas metatarsianas. Así, los dedos se aplastan contra la punta del zapato y se deforman en forma de garra. Prácticamente todo el peso del cuerpo se descarga sobre las cabezas metatarsianas y el pie pierde estabilidad.

¿Y qué ocurre con las punteras afiladas?
Los dedos quedan aprisionados y se desequilibran. El dedo gordo sale hacia fuera, y los dedos cuarto y quinto se tuercen hacia dentro. Si bien todos los dedos se deforman, el que más graves consecuencias sufre es el gordo: se luxa hacia fuera, se desplazan los tendones y en la cabeza del metatarsiano aparece el juanete o hallux valgus. El dedo gordo deformado, atravesado, rechaza los dedos medios, que se deforman, y el quinto dedo o pequeño sufre una deformación inversa. Estas deformidades y desequilibrios son inicialmente pasajeros, pero con el uso prolongado de calzado inadecuado se hacen permanentes.

Consecuencias de utilizar calzado inadecuado
Queda claro, pues, que la combinación de tacón alto y calzado puntiagudo es una agresión a los pies y a las extremidades inferiores que puede provocar variadas patologías, muy molestas y dolorosas. Algunas de ellas son:
  • Juanetes o hallux valgus
  • Metatarsalgias o dolores en la planta del pie y en el antepié
  • Deformidades de los dedos: dedos en garra y en martillo
  • Callosidades en el dorso de los dedos originados por el roce y la presión, o callosidades entre los dedos, conocidos como ojo de gallo.
  • Sesamoiditis: inflamación de los huesos sesamoideos, pequeños huesecillos redondos situados debajo de la cabeza del primer metatarsiano.
  • Inflamaciones del tendón de Aquiles por roce y por acortamiento del tendón, dolores a nivel de gemelos, e incluso dolores en rodillas provocados por la sobrecarga a la que se ven sometidas.
  • La circulación venosa se deteriora, el bombeo de sangre no es adecuado y aparece hinchazón de pies, edemas y pequeñas varículas.
Hay un grupo de personas que son de alto riesgo si les aparece alguna lesión de este tipo: los diabéticos con problemas circulatorios, que deben extremar el cuidado de los pies, y las personas con arteriosclerosis de las extremidades inferiores y problemas de riego sanguíneo.
Finalmente, no hay que olvidar que el mejor momento del día para comprarse calzado es el atardecer, ya que tras una larga jornada es posible que nuestros pies estén hinchados y podremos comprar calzado que no nos apriete. Y, cómo no, hay que probarse ambos zapatos. Es habitual que un pie sea más grande que el otro.