Tacones. ¡Vaya invento!
Hace poco he hablado de las chanclas y sandalias, y lo desaconsejable de su uso excesivo. Lo malo es que hay quien se quita las chanclas para ponerse los taconazos.¡Ojo! Que el tacón en sí no es malo. Todo lo contrario. Como comenté en el tema de las chanclas, lo bueno es que los zapatos no tengan la suela completamente plana. Es positivo que tengan un poco de tacón, puesto que esto ayuda a que el apoyo del pie sea correcto y los pasos sean fisiológicos, normales. Usar unos tacones excesivos puede ser lo más cool según dicten los cánones del momento, pero los inconvenientes de usarlos vencen por goleada a las ventajas.
Un tacón demasiado alto provoca, de forma directa e indirecta, mil cosas malas. Entre ellas: problemas articulares como artrosis de rodillas, sobreesfuerzo de tobillo, deformación de los huesos del pie (hallux valgus -es decir, juanete-), problemas de cadera y espalda (por una forma de caminar forzada, poco natural) así como más propensión a sufrir esguinces o tener que volver a casa descalza (típica escena que todos hemos visto en bodas y fiestas de Nochevieja). Por muy acostumbrada que esté una persona a caminar con tacones (hay quien compite en carreras con tacones), aunque el equilibrio sea bueno y los pasos firmes, el pie apoya de una forma incorrecta, y las articulaciones están forzadas, puesto que tienen que caminar en una postura antinatural que sobrecarga de esfuerzo a músculos y articulaciones.
Gracias a zapatos como los de la fotografía de abajo, o como estos o estos los médicos, podólogos, fisioterapeutas y demás personal sanitario tenemos mucho trabajo. ¡Gracias, diseñadores que no respetan la anatomía y biomecánica del cuerpo humano! :)
Imagen por nozomiiqel con Licencia Creative Commons.
Más información sobre lesiones por culpa del calzado
- Juanetes, sesamoiditis, artrosis, dedos en martillo, neuroma de morton, tendinosis del Aquiles, esguince de tobillo y otras lesiones son cuatro veces más frecuentes en mujeres que en hombres, culpables: los tacones. Lesiones con tacones en elmundo.es
- Otro sitio donde leer sobre el tema en mundoatletismo.com (es igual que el de elmundo.es, no se quién habrá copiado a quien...).
- Los tacones altos pueden provocar degeneración articular y osteoartritis (en inglés).
- El calzado influye en la osteoartritis de rodillas (en inglés).
¿Cómo usar tacón y no morir en el intento?
Como se dijo antes, el tacón es positivo pero, como todo en esta vida, con moderación. Un tacón de unos 2-4 cm máximo va a favorecer que el pie reparta correctamente el peso del cuerpo al caminar, y va a disminuir el esfuerzo articular. Ya que al andar se activa todo el cuerpo, este ahorro de esfuerzo beneficia a pies, tobillos, rodillas, caderas incluso espalda y cuello. Del mismo modo conviene evitar los zapatos estrechos que aprieten en exceso y puedan dar lugar a deformidades en los dedos de los pies.
Evitar los errores al caminar para no hacer una marcha incorrecta nos ayuda a estar más saludables, así que el primer paso es usar un zapato adecuado. Nada de "para presumir hay que sufrir", que también hay zapatos muy bonitos y que no son asesinos ;)
A veces parece que se nos olvida que el cuerpo humano es maravilloso y que tiene mecanismos para casi todo. Uno de los más útiles, aunque desagradables: el dolor. Nos avisa cuando algo no es bueno. Si unos zapatos te hacen daño de forma reiterada ¿no será que no te convienen? Piensa en ello ;)
El uso continuado de tacón puede provocar problemas de salud. A medida que aumenta la altura del tacón, el centro de gravedad del cuerpo se va desplazando hacia delante por lo que la columna, las caderas y las piernas pierden su alineación natural.
01 La altura de tacón ideal
La altura de tacón ideal es de unos 2,5 centímetros. A medida que aumenta el tacón aparecen más molestias en la planta del pie y se produce una contracción de los músculos de la pantorrilla, que pueden llegar a acortarse e imposibilitarnos para llevar zapato llano.
Con esta altura de tacón, las presiones se reparten de manera equilibrada entre el antepié y el talón. Sin embargo, los tacones más altos pueden llegar a producir una concentración de presiones en el antepié de hasta el 90% lo que da lugar a las llamadas metatarsalgias.
02 Cuidado con el equilibrio
Además, los tacones elevados provocan problemas de equilibrio puesto que en el momento en el que el pie contacta con el suelo la superficie de contacto se ve reducida a la base del tacón, lo que aumenta el riesgo de caídas. Para evitarlo, selecciona zapatos con tacones de base ancha, ya que mejoran la estabilidad y el equilibrio durante la marcha.
03 Vigila tus dedos
Las puntas estrechas suponen un confinamiento para los dedos que puede producir deformaciones tales como juanetes y dedos en garra. Busca zapatos que te permitan un ajuste de la zona de los dedos sin presiones excesivas.
04 Busca interiores acolchados
Los zapatos con la planta acolchada o con plantillas blandas ayudan a mejorar el confort.
05 Procura que el calzado retenga el pie
Una suela diseñada para que todo el pie descanse sobre ella, una buena sujeción del empeine y el talón cerrado ayudarán a evitar que el pie se deslice dentro del calzado y los dedos se aplasten.
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